sábado, 1 de agosto de 2009

aqui el primer capitulo

"Accidente"
Hace días que las cosas no andaban bien, todo desde aquel “incidente” que, para mí, no era la gran cosa, solo una rutina cuando se me presentaba la ocasión. Antes no eran tan alborotados.

Todo empezó “ese” día, estaba tan aburrida y paseaba por el bosque, cuando me encontré con un pequeño lobito, se veía bastante entradito en kilos para su tamaño y tenía un pelaje negro jaspeado muy lindo. Me llamó la atención tenía cara de querer jugar, me acerque a él, pero parece que no le agradé mucho porque apenas me olfateó, salió corriendo. Me pareció tan entretenido verlo huir despavorido que comencé a seguirlo rastreando su olor. Así anduve todo el día, persiguiendo al pequeño lobezno. Me sentía una muy mala persona acosándolo, pero ¡vaya!, la entretención era demasiada, así que olvide cargos de conciencia y seguí, hasta que el lobito llego con su madre.

En ese momento sentí un nudo en mi pecho, tenía que dejar eso de lado, no podía ser que cada vez que veía a alguien con su madre me afectara tanto, quizás fuera porque yo nunca conocí a mis padres.

Dejé ahí concluida mi persecución y me apronte para ir a mi casa ­– un árbol ahuecado en el bosque- vivía como un ser salvaje y libre, no me di cuenta lo rápido que pasó el tiempo, ya era tarde, se estaba oscureciendo y empezaba a hacer frío.

Al volver el olor del lobito se cruzaba con uno completamente distinto, del olor amargo que hacia doler mi nariz, pasaba al dulce, que inundaba mi nariz y garganta. De momento sentí como la sed empezaba a quemar mi cuello y sentía como se me hacia agua la boca, ¡Que increíble lo que podían lograr aquellos y tan comunes aromas en mi!, aquel era reciente, por un momento deambule desorientada por el bosque, el olor ocupó en un cien por ciento mi mente y me hizo actuar de manera ilógica, logre volver a concentrarme y empecé a seguir aquel rastro por el suelo embarrado, me ensucie entera, pero nada me importaba, solo me dejaba llevar por mis instintos, ese olor me era muy familiar, seguramente era un humano que se había perdido en el bosque.

Últimamente andaban muy distraídos, ya que regularmente tenía visitas inesperadas, con lo que mis cenas eran bastante seguidas e incluso a veces innecesarias.

Mientras más me acercaba el aroma se hacía más y más intenso, era como el olor de la vainilla mezclada con el chocolate, me costó bastante concentrarme con aquel aroma revoloteando por mi cabeza.

Empecé a fantasear con aquella esencia y a pensar estupideces, me imaginaba a la persona dueña del exquisito buqué como una taza de un cappuccino, ya que si su sangre olía a vainilla con chocolate y es estaba tibia…. Si, ya lo sabía, mi cabeza estaba un poco defectuosa, me reí a hurtadillas, ya estaba cerca por que parece que el humano me escuchó y se alteró – ¿hola? ¡¿Hay alguien ahí?!-. Era la voz de un hombre. Me acerque cuidadosamente, pude ver que era un policía forestal de la zona, por la forma en la que estaba vestido, era alto con el pelo color castaño oscuro y de tez pálida.

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí?- dijo nuevamente, no pude calcular su edad, en verdad nunca e podido hacerlo, no sé cómo funciona el tiempo para ellos, porque para mí claramente funciona distinto, yo en ese momento tenía dos años y medio aparentaba quince o dieciséis. Según la mamá de una de mis amigas, generalmente jugaba con humanos, obvio, no me voy a quedar sola en el bosque jugando con ardillas y pájaros, Además una persona como yo, tan simpática, amorosa, educada y carismática………creo que soy un poquito egocéntrica. Nunca he atacado a los familiares de mis amigos, solo por educación y protocolo, como me enseñaron en la escuela, por un tiempo me dio por seguir a mis amigos y fui. Frente a mis amigos y sus familias yo fingía ser humana lo más posible.

Aquel hombre según el parecido con los humanos que yo conocía, no debía pasar los treinta años, decidí acercarme y empezar mi actuación que ya formaba parte de la rutina.

-¿Hola?, ayúdame por favor –dije con tono de desesperación
- niña ¿qué haces aquí?- me pregunto el hombre
- Estaba con mis amigos, vinimos a pasar el rato acá al bosque y me dejaron sola-
-No te preocupes, yo te voy a ayudar a volver a casa, mi nombre es Aarón, ¿tu cómo te llamas?
- Anny – respondí al borde de ponerme a llorar.
-¿Cuanto tiempo llevas aquí?-
- Harto, tengo frío, el bosque me da miedo, quiero ir a mi casa, y ver a mis papás- se me quebró la voz en esta última palabra.

Se acercó para tomarme la mano; mientras la tendía hacia la mía -tenía que lograr que mi actuación fuera convincente- me aleje bruscamente y puse mi mejor cara de susto.
- No te preocupes, no voy a hacerte nada malo, confía en mí- sonrió y me tendió su mano nuevamente, yo acepte.

Me llevaba a la ciudad, lejos de la espesura del bosque, podía ver las luces de las casas a lo lejos en la oscuridad, se veían claramente cada una con sus ventanas, sus jardines, cada uno de sus detalles, seguramente él no podía ver aquel escenario tan bello para mi, ya era tiempo de empezar con la acción. Además el ardor en la garganta se hacia cada vez mas insoportable, a cada segundo me desesperaba más y más.

-Mis amigos fueron muy malos conmigo, no sé por qué me envidian tanto.
-Pero no tienes porque enojarte tanto.
- ¿Cómo que no? Me dejaron sola, me podría haber pasado algo.
- ya OK, pero cálmate.

Sin darme cuenta, me empecé a descontrolar, trate de calmarme imaginándome el sabor de su sangre en mi boca, me reí por que volvió a mi mente la idea del cappuccino, volví a desesperarme, me reí a carcajadas, pobre imbécil.
-¿Qué pasa? ¿De qué te ríes?- aquello me dio mucha más risa
-Es que me da risa que jaja eres jaja tan imbécil-
-a ver pequeña no me insultes-
-Eres muy idiota, pobrecito, de verdad me caíste bien, pero tu olor- me acerqué e inspiré profundamente a pocos centímetros de su mejilla- es demasiado exquisito, y mi garganta te reclama.
- Que imaginación tan grande tienes niña-

Sonreí mostrando mi blanca y afilada dentadura, pude ver en su cuello como el flujo de sangre aumentaba y sentí como su pulso se aceleraba. Me encanta hacer sentir pánico a mis presas antes de darles muerte, era más que nada un juego.
-Esto es una broma ¿cierto? Jajaja muy chistoso, ya chicos pueden salir, ya los pillé, a ver dime ¿donde están las cámaras?-
Me materialice detrás de él, mi velocidad era muy rápida para los ojos humanos, y ellos solo me veían como una mancha.
-Me encanta hacer juegos ¿Quieres jugar conmigo?- dije seductoramente mientras pasaba mi lengua por el contorno de mis labios. La cara del pobre hombre se deformó completamente, se dió vuelta bruscamente. Empecé a caminar lentamente hacia él con cara amenazadora, él comenzó a retroceder, comenzaba a entender lo que estaba sucediendo, yo era peligrosa.
- mmm en realidad se está haciendo tarde y yo no puedo tu eres menor de edad, así que mejor te dejo… que te vaya bien, adiós-. Y se echó a correr, en vano porque yo que soy buena le di tres segundos de ventaja, pero igual lo alcancé en fracción de segundo, y me materialice en frente de él deteniendo su paso.
-no tienes porque irte ahora, yo te puedo enseñar a jugar, mi juego te va a encantar –insistí nuevamente.
-no, no, no, gracias enserio te aburrirás conmigo-
- ¡Te he dicho que te quedes!
-¿Por qué haces esto?
-¿Que no ves que por diversión? ¿Acaso no te has puesto jamás a jugar con la comida de tu plato? deberías hacerlo es realmente divertido, Oh! Verdad que ya no lo vas a poder hacer- dije en tono burlón.
-¿Qué quieres de mí?- ya me estaba empezando a molestar con sus preguntas, gruñí, el tipo se echo a correr pero lo alcancé rápidamente me acerque e inspire nuevamente cerca de su cuello, el pobre tiritaba.
El juego había terminado, el tipo trató de zafarse e intentó luchar contra mí, pero para su desgracia yo tenía mucha más fuerza que él, dió un grito, pero ¿quién lo podría oír?, no había nadie más en el bosque, así que todos sus esfuerzos eran vanos, lo inmovilicé y clave mis dientes en su cuello, empecé a beber su sangre, mi imaginación no estaba tan errada, su sangre de verdad sabia como un cappuccino, venia de perilla ya que estaba haciendo frío.
Uno a uno fui saboreando cada sorbo que calmaba el ardor que se adhería a mi garganta.

Estaba tan ensimismada bebiendo mi cena que no me percate de unos ruidos que venían de las afueras del bosque, eran pisadas de tres personas.
Me apresure a terminar mi comida ya que sentía que aquellos humanos no estaban muy lejos, cuando ya los sentí bastante cerca me arrime al árbol más cercano y lo trepé, así no estaba tan lejos y podía curiosear sus actitudes, necesitaba saber que descubrían.
Llegaron gritando el nombre del humano al que yo había dado caza supongo.
-Aarón ¿eres tú?- grito uno de los hombres.
-¡No!- gritaron al unísono, ­─ ¿Qué le ha pasado? ─ dijo uno de ellos con la voz temblorosa al descubrir el cuerpo sin vida en el suelo.
Al parecer aquellos hombres conocían al humano que se encontraba a sus pies, los tres tenían una cara de espanto que a mí, me pareció muy chistosa, pero por ellos no me reí – tampoco era el momento –, espere a ver sus reacciones, cada uno tenía una expresión distinta, uno de ellos era alto delgado, de pelo negro como el carbón, parecía un fideo, era de tez damasco, tenía en su rostro marcado el espanto, según mi perspectiva, quizás estaba en shock, el segundo era de estatura media tenía el pelo café como el chocolate, en su cara habían unos pelos que formaban un cuadrado perfecto entre la nariz y su mentón, era muy extraño pero al parecer era la moda por que había visto a varias personas con ese look, además yo no podía entender como los hombres tenían tanto pelo, no es que yo sea lampiña pero tampoco soy un lobo, y también las mujeres humanas tampoco eran peludas, entonces no es que yo sea pelada por mi especie, aquel humano con esa extraña vellosidad en la cara tenía una expresión entre pena y rabia, y el tercero ¡uf! Pobre hombre parecía traumado, en shock, era el que estaba visiblemente más afectado. Tenía la piel rosada, pero su pelo era muy chistoso, era del color de una zanahoria, tenía bastantes puntitos en la cara y parecía estar bien alimentado.
─Aarón, amigo ¿por qué? ¿Qué te han hecho? Malditos animales─ decía el colorín en estado de shock
─ Alex saca a symon de aquí, llévatelo a otra parte mientras yo examino “esto”─ decía el de pelo negro al de pelo café.
─OK, Brad pero por favor llama a la ambulancia o a la patrulla que no debe andar muy lejos─

Alex hizo lo que le pidieron, y abrazó a symon ─Lo sé viejo, es terrible nadie se lo habría imaginado─ le decía mientras lo alejaba del lugar del suceso, mientras Brad se acercaba a examinar el cuerpo, primero le toco el cuello ─ No tiene pulso ─ dijo bajando el tono de voz, aunque seguía siendo fuerte, –era increíble como los humanos no se percataban de los sonidos ¿A caso eran sordos?– ni uno de los otros humanos se dió por enterado. No entendí para que le había tocado el cuello, si desde lejos se podía escuchar que aquel tipo que se encontraba tendido en el piso ya no tenía pulso.
─ Lo lamento chicos, Aarón está muerto─ dijo Brad, mientras le corría una lagrima por el rostro, se la seco rápidamente, – ¡Hombres!, ¿Por qué no pueden mostrar sus emociones? –, se escuchó el sonido del sollozo de los otros dos hombres que se habían alejado.
─ Que se supone que debemos hacer ahora ─ dijo Álex, con la voz aun quebrada,
─ Debemos llamar a la policía, chicos esto pasa, es lo que implica ser un guarda bosques, son los peligros que uno se expone día a día, piensen que Aarón siempre hizo lo que más le gustaba, servir a la comunidad… ─ empezó a dar un discurso memorial en honor a su compañero, ¡uf! Que aburrido, si el tipo se murió y punto, que pena, pero tanto alboroto, me aburre.
Paso una ardillita muy linda por mi lado, seguramente iba camino a su madriguera, era muy chistosa, sus ruidos me daban mucha risa, tenía el pelaje rojizo y el estomago de tono beige, empecé a juguetear con ella, mientras ella corría por la rama, se subía a mi cabeza y mordía mis bucles negros cerca de mí cuello, lo cual me daba muchas cosquillas, me descuide un poco me arrastre por la rama para escapar de la ardilla que estaba empezando a poner un poco sicópata, cuando sin querer me caí al suelo, no puede reaccionar porque no me había dado cuenta hasta que quedé en el suelo al lado del hombre tendido en el piso y sus amigos los cuales me miraban impactados.
─Oops! Sorry, no los quería molestar, no se preocupen me voy ahorita─ me asuste bastante, como me hubiera gustado saber lo que estaban pensando, me habría ahorrado bastantes problemas. Me acerque nuevamente al árbol y comencé a treparlo.
─ ¡Hey, niña! ¿No deberías irte a tu casa? ─ pregunto Álex.
─ Y… ¿a donde crees que me voy zopenco? ─ me devolví, le conteste casi innatamente
─ no seas grosera, acaso ¿no te han enseñado modales?, y… ¿Cómo es eso de te vas a tu casa, si estas trepando el árbol?─ ya no les tenía miedo, por lo visto eran bastantes estúpidos, ¿Cómo hacen preguntas tan obvias?, en eso escuche como symon le susurraba algo a Brad
─Mírale la boca, la tiene toda roja─ decía symon, me pase la mano por el contorno de la boca, en verdad estaba manchada, que estúpida seguía comiendo como un animal, me mire la manga ensangrentada de mi pequeña blusa roja, que había sacado de una tienda aprovechando mi súper velocidad, también había sacado pantalones y zapatos, unas deportivas que estaban bien lindas y eran bien cómodas, la sangre en la blusa apenas contrastaba, frote el brazo por el árbol para que saliera la mancha, gran error porque rompí la prenda. Alex se acercó y pasó su mano por mi boca, me limpio.
─ ¿Qué es esto?─ preguntó mientras se acercaba la mano manchada a la nariz para percibir el aroma de la sustancia.
─ Es sangre, ¿por qué tienes sangre en la boca? ¿Te golpeaste?─ Sus preguntas me desesperaban, mire al hombre tirado en el piso y me reí.
─ eh, si jaja ─ no me había percatado del aroma de aquellos hombres hasta el momento, olían bastante bien pero ya no tenía sed, estaba satisfecha. Me pasé la lengua por el contorno de mis labios, sin darme cuenta. Symon y Brad se dieron cuenta y me miraron feo, lo cual no me gustó y les gruñí, se asustaron bastante, dieron un paso atrás, mientras Alex estaba impactado, ─ ¿Quién eres? ─ me preguntó.
─ yo obvio, Preguntas tontas, ¿Quien más podría ser? ─ ya sabía que sus preguntas iban más allá pero tenía que callarlo, ya estaba llegando al pick de mi paciencia. Sonreí y mostré mis dientes afilados a ver si entendía, y parece que si entendió por que en el instante dió varios pasos atrás. Baje del árbol por que estar aferrada a un tronco cansa bastante, ya con los pies en tierra me acerque los hombres. Escuche algo ─ puede sonar ilógico, pero, creo que ella tiene algo que ver con la muerte a Aarón, créeme loco pero lo presiento ella tiene algo que ver, estoy casi seguro─ Le susurraba Brad a Alex en un volumen bajito al oído, ─ ¿Por qué crees eso Brad? ─ le pregunté curiosa.
─ ¡¿Como lo escuchaste?! ─ Me preguntó alarmado Brad, empecé a escuchar los sonidos de las alarmas de la policía, me tenía que ir, pero no antes de dejar total y completamente aterrorizados a aquellos débiles humanos. Me acerque a symon el que tenia un olor bastante agradable, inspiré profundamente cerca de él ─Hueles bien, fue un placer, pero me tengo que ir a dormir hace frio y tengo sueño, adiós chicos─ me fui adentrando al bosque, los pobres estaban anonadados con mis acciones, en cuanto pasé al lado de Aarón dije ─ Como lo siento, me habías caído bien, pero el hambre era más fuerte, gracias por la cena jaja─ me agache y le lengüeteé la mejilla, mientras veía de reojo las reacciones de los hombres que se encontraban allí, symon casi se cae en tanto los dos estaban pálidos y temblaban.
Me aleje lo suficiente para que no me pudieran ver en cuanto trepe un árbol, cuando oí las sirenas de los coches de los polis más cerca.
Volví al lugar donde se encontraban el bosque estaba obscuro pero podía ver las linternas de los policías, habían pasado unos 30 minutos desde que yo había dejado el lugar, arriba de los árboles tenía mucho mejor panorámica, cuando llegue, estaba el medio jaleo, los policías habían acordonado la zona, humanos iban y humanos venían, estaba le tremenda escoba eso sí, el humano cenado ya no estaba, y en su lugar había ¿Scotch?, cinta adhesiva de color que estaba ubicada en la forma del cuerpo, más apartados se encontraban los tres humanos, estaban hablando con los policías.
─ ¡lo lamio, lo lamio, lo lamio! Y se fue─ decía symon, jaja pobrecito quedo shockeado mire bien y uno de los policías –el que hablaba con Alex – tenía en sus manos un retrado de mí, ¿En qué momento lo hizo? Si no me había visto, eso era realmente malo, ahora me podrían encontrar, no sabía lo que habían hablado los tres hombres con los policías, pero no les tome importancia, como les iban a creer, la historia sonaba realmente desquiciada. Me fui, deje que los humanos hicieran lo que quisieran total, nunca iban a descubrir nada.
Me fui a mi cama ya no tenía nada más que hacer, era de madrugada, tenia sueño , estaba bastante cansada, había sido un día agotador.
Cuando llegue lo primero que hice fue acomodar los cojines que se encontraban adentro del árbol, siempre agradecí –a lo que fuera – por haber hallado ese árbol tan grande y cómodo. Me recosté y me puse a pensar en lo que ocurriría si descubrieran la verdad de lo sucedido. Sacudí la cabeza, por que no lo quise seguir pensando, si llegara a ocurrir tendría que dejar este bosque, este país, sería terrible, una tragedia.
No quise seguir imaginando nada así que solo me dormí.

Me desperté en la mañana con una sensación extraña en el pecho, presentía que algo malo iba a pasar, no le tome importancia. Me levanté y fui a buscar agua a una llave que se encontraba cerca de la cuidad, los humanos la habían instalado por caso de algún incendio o tragedia, para mí era bastante útil ya que me podía lavar la cara y todo lo que fuera necesario, no iba a andar sucia por la vida. En eso estaba cuando oí a lo lejos gritos, varias pisadas, pero sobre todo gritos, venia gente hacia mí, me asusté, ¿Qué era lo que estaba ocurriendo?, de pronto sentí ladridos, hice lo que generalmente hacia en casos de miedo, subir a los árboles, esconderme y mirar.
Venían perros corriendo hacia mí, los polis venían detrás también corriendo ─ Ahí está─ decía uno, ─ Vamos muchachos tras ella, que no escape─. ¿Ella?, no entendía nada, luego llegaron unos perros a los pies del árbol en el cual me hallaba, se pusieron en dos patas y ladraron en dirección hacia mí, ¡no podía ser!, ¡me estaban buscando a mí!, me estaban persiguiendo, salté al árbol contiguo y me baje para parecer normal. Los perros se me acercaron, ¡Qué horror!, apestaban, ¿Qué no los bañan?, grite ─ ah! Los perros me atacan─
Los policías se me acercaron lentamente, miraron una hoja ─ ella es ─dijo el que tenía el papel en la mano. Sacó una pistola, me apuntó, una escena casi de televisión ─ llevé sus manos a la cabeza, está detenida por homicidio premeditado ─ si lo admito reaccione bastante mal, me asuste demasiado, había un arma enfrente de mí ¿qué podía hacer?, solo reaccione a correr a lo más rápido que pude, obviamente los policías no pudieron verme, solo se percataron de mi ausencia a los pocos segundos después, ─Que alguien la atrape─ gritó uno, de pronto me dieron unas ganas de asesinar a alguien… creo que era ira.






espero que les haya gustado ...voi a ir subiendo los cap x semana =) para los que lo quieran leer

3 comentarios:

  1. muajaja soy la primera en comentar y ver tu blog! muajaja.. los comentarios te los deje en tc y bueno especifica que quieres saber de blogspot por que igual se pero no mucho por puro que he preguntado
    ya bueno el fic esta muy bello y eso ando falta de inpiracuion para escribir testamentos
    no me digasd naca ahh y el rosa esta demaciado bello en tu blog!!!!


    ya cuidate xauuu


    Anny Alice Cullen Bralwen

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  2. taa bkn! aunqe ia me lo se asta el cap donde salen peleando con las raquetas!!!
    upss dije muxo xd
    ta muii beiio tu blog

    mordiscos de tu melli

    Pachii Cristalline Bralwen Dragonnette

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  3. Pd: Saymon sige dandome una risa, sobretoo xq es igual al simon xd

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